Estás
paseando tranquilamente, pensando en tus cosas, hablando con
alguien,..., y de repente, te encuentras en medio de la acera esta
señal
con un mensaje claro y directo, “USTED NO TIENE
PREFERENCIA”, con un dibujo de unas flechas girando en círculo
sobre un triángulo puesto encima. Pero ¿a qué viene este mensaje?.
Casi
todos podemos reconocer que en realidad se trata de una señal de
tráfico, una indicación para los conductores ante la proximidad de
una rotonda, una advertencia de un peligro cercano. Pero, entonces,
si es una indicación para los conductores, ¿qué hace en medio de
la acera?. Puede que, en el fondo, también sea un mensaje, una
advertencia, para el peatón.
Puede
que en realidad nos esté indicando que el peatón no tiene la
preferencia frente al conductor y, además, se añade la señal de
arriba que parece recalcar que si queremos pasar debemos rodearla. Y
es que, si a nadie se le ocurre
poner un plano de la ciudad para que se orienten los peatones en
medio de la calzada, porque
supone un grave peligro de accidente o por lo menos una molestia para
el tráfico, ¿cómo es que a alguien
se le ha ocurrido poner una señal para los conductores en medio de
la “calzada” de los peatones?.
Así
nos encontramos un objeto extraño, un obstáculo, en medio de la
acera, que en realidad es el espacio reservado para que el peatón
circule con comodidad y seguridad. La acera se ha convertido en un
resto, un espacio
residual, donde se
pueden situar las señales, farolas, contenedores,...
todo aquello que no
encuentra su lugar dentro de las calles, y que además, se coloca de
cualquier manera porque nadie se pregunta por los requisitos que un
peatón cualquiera necesita para andar cómodamente y con seguridad.
Por eso tiene sentido el
mensaje. En
realidad el peatón “no tiene la preferencia”, la ha perdido
frente al vehículo, los comercios, las instalaciones,... todo lo que
se supone que
está a su servicio le ha quitado su espacio.
Pero
esto que puede parecer solo una reflexión, es un verdadero peligro
para el peatón. La señal, en sí, es un elemento fijo, situado
justo en el medio de un paso normal de personas, este paso, acera,
además, no tiene un ancho excesivo que permita esquivarlo con
comodidad y seguridad, obligando
al peatón a acercarse a la vía o al desnivel que está al otro
lado, y máxime si no va solo, si se va
con niños o se
trata de personas con
objetos voluminosos, usuarios de sillas de ruedas,...
Además
de su situación, es un elemento peligroso porque es difícil de
percibir. Está claro que la propia señal se ve desde lejos, porque
ha sido diseñada para ello, pero lo que el peatón no ve con tanta
claridad es el poste que la sujeta, y esto empeora si se aproxima
desde atrás, puesto que tanto la señal, por detrás, como el poste
son grises, como la acera, la calzada,..., incluso si es un día
nublado, el propio cielo que sirve de fondo. En la siguiente imagen
se pueden ver varias señales vistas desde atrás, con la acera, la
calzada y en un día con pocas nubes.
Esta
situación se agrava si pensamos que muchas veces vamos por la acera
pensando en otras cosas, distraídos, o mirando al suelo para no
tropezar o pisar algo, entonces solo queda el delgado poste para
llamar nuestra atención. Un poste gris por todos sus lados, igual
que muchas de las aceras como en este caso, si además tenemos en
cuenta a las personas que tienen poca visión, nos damos cuenta que
son un peligro para todos los peatones.
Pero,
además, en el caso de elementos como esta señal se produce otro
peligro, ya que no solo es un elemento vertical en medio de la acera
que tenemos que esquivar, sino que tiene una parte superior
horizontal situada a poca altura. Esto supone un grave peligro de
darnos un golpe en la cabeza.
Para
hacernos una idea hemos empleado esta silueta que corresponde con una
persona de 1,70 m. de altura. Como se puede observar en el detalle,
si midiese 1,80 m. se daría en la cabeza, aún dejando cierta
distancia con el poste. Para darnos cuenta del peligro que esto
supone, pensemos en las veces que caminamos mirando al suelo o
distraídos, o también, debemos recordar que las personas que
utilizan un bastón guía (personas ciegas o con poco resto visual)
detectarán el poste, pero nada les indica que hay un elemento a poca
altura. Solo imaginando ese golpe sin previo aviso nos podemos hacer
una idea del grave riesgo que este tipo de elementos supone en medio
de una acera.
Esto
mismo se produce muchas veces con otros elementos para el tráfico
como los semáforos, que situados justo en la zona de paso de los
peatones, a veces están colocados a una altura insuficiente y cuyo
diseño implica que sobresalgan del poste que los sujeta. También
ocurre con las ramas bajas de los árboles situados cerca o en la
propia acera, con los toldos de las tiendas, anuncios,...
Si
volvemos al ejemplo de la señal podemos apreciar que su borde,
además, tiene un diseño afilado por su parte posterior que añade
gravedad al posible accidente, porque en realidad no están diseñados
para esta ubicación.
Estas
situaciones nos deben llevar a darnos cuenta de que la acera no es un
espacio residual, donde cabe todo, sino que es un verdadero espacio
de circulación, que al igual que en la calzada se han de tener en
cuenta las necesidades de sus usuarios para garantizar su seguridad y
también un uso agradable, cómodo y razonable. Como los vehículos,
las personas necesitamos un ancho, una altura, unas indicaciones,...
mínimas para poder movernos con facilidad por nuestras ciudades,
pueblos,...
Como
en este caso, en muchas ocasiones falta espacio para situar las
señales en otra parte que no sea la acera, pero esta situación
puede mejorarse mucho. Por ejemplo, si se destina una banda en el
borde de la acera, situada al lado contrario de la calzada, con un
color diferenciado que indique al peatón que es una zona de peligro,
además de servir para localizar las señales y el resto de
elementos, ayuda a la persona a delimitar visualmente la acera. La
señal, además, debe tener mayor altura para evitar que nadie pueda
golpearse con ella. Si es necesario puede colocarse un poste en forma
de “L” invertida para mejorar la visibilidad de la señal desde
la calzada. Hay diferentes alternativas y muchas posibilidades frente
a colocar esta señal en medio de la acera y con una altura tan
reducida. Solo hay que recordar lo que es una acera.
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